Por un mal arbitraje de Delfino, Merlo sufrió dos expulsiones y no le cobró un penal, pero esto no fue aprovechado por Platense para quebrar el cero.
En medio de la polémica en la que están inmersos los arbitrajes argentinos, Germán Delfino no fue la excepción en la nublada tarde de Maschwitz. Por lo visto, no fue su día y tuvo varios errores que terminaron incidiendo (y de groso modo) en el 0-0 entre Merlo y Platense.
Si bien todo terminó sin goles y el partido fue bastante aburrido y monótono, el referí ayudó para que el Charro sufriera la expulsión incorrecta de dos hombres. Porque tanto la falta de Delgado (a Ceballos) como la de Ferro (contra Gamarra) no fueron tan fuertes como para merecer la roja directa. Aquí influyó el estado del campo de juego más la simulación de los jugadores del Calamar, que el árbitro compró.
Aunque eso no fue todo, Delfino tampoco vio un grosero agarrón en el área a Aldave (que fue un claro penal) y jamás amonestó a Robert por simular. Ya que, si bien tuvo una actuación aceptable, el enganche del Calamar se pasó gran parte de los 90 minutos tirado en el suelo, la mayoría de las veces fingiendo.
En cuanto al partido en sí, no fue el mejor match del Depo pero hasta la expulsión de Delgado, jugaba mejor que el team de Pascutti. Ya con superioridad numérica, la visita se despertó y tuvo más espacios para atacar. Aunque nunca se imaginó que la defensa local iba a estar tan acertada y se convertiría prácticamente en una muralla.
Fue el primer match del historial entre el Charro y Platense, pero todo terminó en cero y se recordará por siempre la mala labor del árbitro Delfino.
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